por Ya hemos hablado en alguna ocasión de los prejuicios y las expectativas. Si de algo me está sirviendo este viaje gastronómico que estoy realizando desde hace un año por las calles de nuestro barrio, es de abrir mi mente y ser «valiente» para atreverme con establecimientos que, en condiciones normales, no tendría las agallas de probar.
Los restaurantes, como las personas, tienen una fachada que es lo primero que nos puede llamar la atención. Son muchos los que descartamos porque tienen una imagen algo decadente o fuera de lo común. Pero si rascamos un poquito, miramos en el interior y nos lanzamos a probar lo que nos ofrecen, descubriremos, como ya nos dijeron en Disney, que la belleza está en el interior.
Y llegado el momento de continuar este particular viaje lleno de aventuras, nos embarcamos en nuestros imaginarios navíos para poner rumbo a las indias y sus maravillosas especias.
Indian Spices es un nuevo restaurante levantado sobre las «ruinas» de un kebab de la calle Camarena. El aspecto de su fachada, muy poco llamativo y algo cochambroso, no invita a querer sentarse a degustar su cocina. Si logramos vencer ese primer rechazo y traspasamos el umbral de su puerta, la cosa tampoco mejora. Apenas cuatro mesas vestidas con un mantel y un hule de plástico transparente no hacen presagiar nada bueno. Sin embargo, algo positivo nos llama la atención al asomarnos al local y no es otra cosa que un delicioso olor que inunda la sala.
Aprovechando que el tiempo ya acompaña y el restaurante tiene cuatro mesitas en el exterior, decidimos acomodarnos en la terraza y encomendarnos a Ganesha para que los alimentos que nos van a servir estén a la altura del aroma que desprenden.
Nada más llegar, un simpático camarero de amplia sonrisa y aspecto hindú nos da la bienvenida y nos prepara la mesa para que estemos bien cómodos. Nos ofrece la típica cerveza Cobra de la India (fabricada en Reino Unido, eso sí) y la acompaña de un cuenquito de frutos secos.
Nos hace entrega de una extensa carta que mis tres compinches y yo revisamos muy por encima y sin profundidad, pues ninguno es un experto en este tipo de elaboraciones y finalmente nos dejamos llevar por nuestra intuición a la hora de hacer el pedido. A destacar que tienen un menú del día de un precio más que asequible.
Empezamos el festival de sabores con un Onion Bhajee. Nos llega una buena ración de cebolla rebozada y acompañada de dos salsas muy ricas y potentes a base de comino y mango. La cebolla, recién hecha, crujiente y estupenda en sabor, nos deja con ganas de pedir otro plato.
Seguimos con un plato de Tandoori Mixed Grill. Una mezcla de carnes al horno tandoori, con una espectacular pieza central de pollo increíblemente jugosa y de delicioso sabor. El resto de carnes que acompañan, junto con algunas gambas, no están a la altura, siendo ligeramente secas y llegando a la mesa bastante lejos de la temperatura que deberían tener.
A continuación, las Gambas Vindaloo, que en la carta vienen marcadas con dos guindillas por un buen motivo. Personalmente me encantaron y encontré la salsa deliciosamente picante. Mis compinches sin embargo, dijeron que el picante era excesivo para sus paladares. Queda dicho para que os sirva de guía a la hora de pedir, queridos lectores.
Pudimos probar el Chicken Tikka Massala, con una salsa de un color rojo intenso y una cremosidad espectacular. El pollo en sí, nuevamente muy jugoso y en su punto.
Los dos platos anteriores los acompañamos con un muy recomendable pan Nan. Pedimos dos variedades, queso y mantequilla, siendo este último tan rico, con un aroma tan agradable y un sabor tan suave, que no pudimos evitar pedir una ración extra para rebañar las salsas que aún quedaban en los platos.
Para finalizar, una Ternera Biriyani, servida en una gran fuente de arroz con especias entre las que destaca el cardamomo, resultando algo invasivo en los sabores. La ternera en sí, bastante seca y sosa, hace que el plato no merezca demasiado la pena.
Ya con el estómago lleno y con ganas de pagar la cuenta, el camarero nos conquistó una vez más con su simpatía cuando nos invitó a probar el batido de mango a base de yogur. Fresquito y muy cremoso, puso la guinda a una cena mucho más agradable de lo que cabía pensar en un principio.
El ticket, de 77,85 euros, hace que sea un sitio con una relación calidad precio bastante aconsejable.
Indian Spices llega para cubrir una de las carencias gastronómicas del barrio. La cocina india solo ha tenido una presencia fugaz con un restaurante en el parque Aluche que cerró poco tiempo después de inaugurar. Como es habitual en este tipo de negocios, dado el limitado espacio de su local, se centrarán en la comida a domicilio. Esperemos que nuestros nuevos vecinos tengan suerte.
¿Tienen opciones sin gluten?
Aunque el trigo no es uno de los ingredientes tradicionales en la cocina hindú, la carta no marca ningún tipo de alérgeno, por lo que yo no me la jugaría.
¿Tienen opciones vegetarianas o veganas?
Ese sí es uno de los fuertes de la comida hindú. Tienen una buena cantidad de platos veganos.
¿Es accesible el local para sillas de ruedas o carritos de bebé?
El local es muy pequeño, así como el espacio dedicado a su terraza. Es preferible pedir a domicilio si se necesita un gran espacio para acomodar sillas o carritos.
¿Qué opinan los compinches?
Target25: «Es un pedacito de Calcuta en Aluche». Puntuación – 6,5
Jarlicuin: «El tikka massala es un 10.» Puntuación – 6
H. Empática: «El camarero es tan majo que me lo llevaría a casa.» Puntuación – 6,5
Tipo de comida: India.
Dónde: Calle Camarena, 105
Teléfono: 697737662
Web: No tiene. Pedidos a través de diversas cadenas de envío a domicilio.
Precio medio: 20 €
Terraza: Sí.
Valoración personal: 6,5/10
