Mucha gente me pregunta por qué este blog se sigue limitando a bares y restaurantes que son puramente de Aluche. Hay muchas ganas en general de que empecemos a expandirnos por Carabanchel, Las Águilas y demás barrios cercanos. Yo mismo me lo he llegado a plantear seriamente en alguna ocasión, pero la realidad es que el espíritu y la esencia de Degustando Aluche, es tratar de llegar a todos los rincones del barrio y poder así alcanzar al mayor número posible de negocios hosteleros que tenemos cerca de nuestros domicilios.
En poco menos de un año se han publicado más de 35 reseñas de diferentes negocios y todavía quedan muchos más por explorar. Además, incluso para los que llevamos toda la vida paseando por las calles de Aluche, existen sitios que suponen nuevos descubrimientos y agradables sorpresas.
Hoy es el turno de uno de esos sitios que no había tenido nunca la oportunidad de visitar, la Cafetería Yebes.
Ubicada muy cerca de la boca de metro de Campamento, nos recibe con una amplísima terraza totalmente cubierta y hasta arriba de clientes.
Debo reconocer que la primera impresión que me llevé no fue demasiado buena. El alto volumen de la música «ambiente» que tiene la terraza, junto a las voces de las personas que estaban sentadas en ella, me hicieron torcer el morro de antemano. Afortunadamente, pasados unos minutos, mi cerebro se acostumbró al ruido y pude concentrarme en lo más importante de todo, la comida.
Esta vez me acompañaron cuatro compinches que se me adelantaron y ya tenían su cerveza sobre la mesa a mi llegada. Como no me gusta perderme ni una ronda, pedí inmediatamente un doble de cerveza que llegó frío, bien tirado y acompañado de una atractiva tapa de patatas fritas caseras con chistorra y una agradable salsa brava. Buen comienzo.
Pedimos la carta, que llegó en formato cuadernillo, y que dispone de muchos más platos de los que se pueda esperar en una cafetería de barrio. Nos centramos en el apartado de especialidades y lanzamos la comanda al camarero, siempre muy atento y servicial.
Empezamos con unos torreznos acompañados de patatas revolconas y una salsa tipo gaucha. Presentados enteros y con las patatas aparte, el propio camarero los trocea nada más servirlos ayudado de unas tijeras. Las patatas en sí no merecen la pena. Estaban algo frías, con trozos de patata bastante enteros y un sabor que no dice mucho. Los torreznos, eso sí, espectaculares. Muy crujientes, jugosos en su interior y calentitos. Los mejores que me he comido en Aluche sin ningún género de dudas.
Pasamos a media ración de croquetas de jamón, que ya solo por el aspecto me hicieron temerme lo peor y lo confirmé al primer bocado. Industriales. Una inmensa decepción teniendo en cuenta que aparecen recomendadas como plato estrella y un cartel en la ventana del local las promociona como caseras. Comentándolo con el camarero, nos pidió disculpas y lo justificó diciendo que han cambiado el personal de cocina y en estos momentos no pueden hacerlas ellos mismos. En la cuenta final no nos cobraron la ración, lo que es un magnífico detalle.
Pedimos también una ensalada de pimientos con ventresca. Nos avisaron de que se había agotado, así que nos ofrecieron una ensalada a base de tomate, pimientos, huevo duro, espárragos, aceitunas y atún. No nos la llevaremos en la memoria, pero estaba fresquita y ayudó a combatir un poco el calor de la noche aluchera.
Proseguimos con un pulpo a la brasa sobre patatas «ceniza». La pata de pulpo, de unas dimensiones realmente grandes, estaba muy bien en su punto y su sabor. Por desgracia, las patatas son de un color negro porque las machacan junto a tinta de calamar, que aporta un sabor muy potente y que neutraliza totalmente al pulpo. Si vuelvo a pedir este plato en un futuro, lo haré pidiendo las patatas aparte o incluso sin ellas.
Para finalizar, atacamos un cachopo con patatas fritas, de un tamaño colosal. Quizá en la foto no se aprecia, pero está dividido en dos y una mitad superpuesta a la otra.
La carne estaba tierna y correcta en sabor, aunque el rebozado tiene mucho margen de mejora, pues le sobró un poco de tiempo en el aceite y había zonas en las que se había desprendido.
Es de agradecer que las patatas fritas con pimientos, eran caseras y hechas en el momento.
El camarero, al que se le nota que es un auténtico profesional y cuida su negocio al máximo, nos estuvo preguntando constantemente nuestra opinión sobre los platos. Normalmente no suelo dar mi opinión sobre la marcha cuando estoy probando platos, pero en los casos en los que me preguntan de forma directa, respondo de forma sincera.
Como hubo varias cosas que apuntamos que se podrían mejorar (patatas del pulpo, croquetas, rebozado del chachopo…), nos ofrecieron un postre cortesía de la casa para que compartiéramos. La verdad es que siempre que sucede algo así me siento un poco violento y me arrepiento de haber criticado abiertamente ciertas cosas, pues no busco que me inviten a nada. Aunque rechazamos el postre, ante la insistencia del camarero, acabamos aceptando.
Nos trajo un enorme plato con una degustación de postres que no tienen nada de especial, pero que siempre resultan agradables para terminar de forma dulce una cena.
La cuenta, que hizo un total de 79,35 euros a repartir entre 5 personas, nos resultó verdaderamente económica.
Estamos ante un negocio que simplemente por sus torreznos, ya merece la pena visitar. El resto de platos, tienen una intención detrás y se les ve ganas de intentar desmarcarse del sota, caballo y rey al que nos tienen acostumbrados muchos bares. Aunque tienen cosas que mejorar, toda la comida está a un nivel más que aceptable. Para mí, que no conocía con anterioridad este negocio, se ha convertido en un auténtico descubrimiento.
¿Tienen opciones sin gluten?
La carta no tiene alérgenos marcados y la gran mayoría de platos tienen pan o harinas de rebozado.
¿Tienen opciones vegetarianas o veganas?
Salvo las típicas patatas bravas y las ensaladas, no hay opciones de este tipo.
¿Es accesible el local para sillas de ruedas o carritos de bebé?
Tanto el interior del local como la terraza, disponen de espacio suficiente.
¿Qué opinan los compinches?
Spaceball: «Buenas intenciones, pero mejorable». Puntuación – 6,5
Jarlicuin: «Torreznos de 10.» Puntuación – 7
Kata Kimura: «Atención top. Todo correcto. Torreznos subiendo la media.» Puntuación – 6
Bicicleman: «Torreznífico.» Puntuación – 7
Tipo de comida: Española.
Dónde: Avda. Padre Piquer, 1.
Teléfono: 661492977
Web: https://cafeteriayebes.es/
Precio medio: 15-20 €
Terraza: Sí.
Valoración personal: 7
Muy majo el dueño (Víctor). Es verdad que han cambiado de cocinera y ha bajado algo la calidad pero sigue mereciendo la pena.